Según la ONG Save the Children, entre un 10 y un 20% de los niños han sufrido algún tipo de abuso sexual.
Y casi el 80% en el entorno familiar o entre conocidos.
Aunque la cifra parece increíble, en el ejercicio de este documental hemos preguntado a personas cercanas a
nuestro entorno y muchas de ellas han asegurado conocer a alguien que ha pasado por un episodio de este tipo.
A veces, en primera persona.
Hemos realizado este trabajo con la intención de sacar a la luz un tema que subyace entre las sombras.
Además de ser execrable desde el punto de vista humano, es necesario dar voz a las víctimas, a los supervivientes de abusos.
La protagonista de esta historia es Ana. Una superviviente que fue abusada desde los tres años.
Además, Carla, una psicóloga especialista en el tema, policías y otras víctimas de abusos nos prestarán sus conocimientos
para que entre todos podamos vencer las consecuencias de los 'monstruos robainocencias'.
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Ana vive en Zaragoza. Ha cumplido los 43. Sus fobias nacieron a causa de las agresiones sexuales que sufrió desde los tres hasta los 14 años. Todo lo que vino después se convirtió en una mochila casi más pesada que los propios abusos.
Ana profundiza en cómo era su abusador. Y de qué modo Carla, su terapeuta, la apoyó para darle forma a todo lo que le había sucedido. Los abusadores son encantadores de serpientes de cara a la galería. Pero devoradores de sus víctimas.
Los abusos intrafamiliares son tan frecuentes, que incluso la policía nacional y la guardia civil cuentan con personal especializado para investigar este tipo de casos. El 80% en el entorno familiar. Y en lugares tan comunes como un garaje.
Como consecuencia de sus abusos, Ana sentía que no le gustaba a nadie. Por eso la exigencia extrema que se imponía tanto en su vida profesional como con sus parejas era extrema y dañina.
Ana se sentía tan poco valiosa que nada era suficiente para sentirse a la altura. Todo había sido consecuencias de unos abusos que no contó nunca a nadie. porque un niño sometido siente vergüenza, o tiende a aislarse o guarda silencio.
